Planes de Tesla en México no se detienen: solo pierden impulso

La empresa de Elon Musk ha vendido menos automóviles de los que ha producido en siete de los últimos ocho trimestres, señalan analistas, lo que hace que una nueva planta sea menos urgente.

Eduardo Aguilar tiene una vista privilegiada de la inversión más comentada en México. Este profesor universitario pasa regularmente frente al terreno que Tesla compró para construir una “gigafábrica” en Santa Catarina, en el estado de Nuevo León. Contrario a los rumores que sugieren que los planes anunciados por una de las empresas más valiosas del mundo han muerto, y a pesar de que poco se ha hecho desde su anuncio hace un año, Aguilar está seguro de que el proyecto sigue adelante.

“El terreno está igual que hace un año, eso es indiscutible, pero todos los trabajos del gobierno en torno a lo que será la planta ya han comenzado”, afirma el académico, quien enseña política económica en la Universidad de Monterrey (Udem). El campus se encuentra a unos 29 kilómetros del sitio de Tesla. “La maquinaria y señalización muestran que ya han comenzado la ampliación de la entrada y la infraestructura para el manejo de aguas pluviales que el estado había prometido”, añade.

A diferencia de muchos en Nuevo León, Aguilar se opone al popular proyecto por razones ambientales (el estado sufre escasez de agua, alta contaminación y congestión vehicular), pero esas no son las razones por las que el proyecto, que fue promovido como la inversión del año, ha perdido impulso. Mucho ha cambiado en Tesla desde que su CEO, el impredecible y «caprichoso» Elon Musk, anunciara la inversión de 4.5 mil millones de dólares en marzo del año pasado.

En enero, la compañía china BYD superó a Tesla como el mayor fabricante de vehículos eléctricos (VE) del mundo, ofreciendo autos más económicos. Además, los márgenes de beneficio de la compañía de Musk se han reducido drásticamente desde el boom de ventas que experimentó en 2021. En el último año, el mercado de VE se ha desacelerado y el mes pasado, la empresa informó sus ventas trimestrales más bajas desde 2022 y su primera caída anual desde 2020. Tesla anunció que despediría al 10% de su fuerza laboral y, según un periódico nacional en México, las ofertas de empleo que tenía en Nuevo León desaparecieron de su página web.

La historia de la inversión de Tesla que aún está por realizarse (y que muchos especulan, no se realizará) corre paralela al fracaso del gobernador de Nuevo León, Samuel García, para entregar los incentivos que prometió a Musk. Los carteles que se elevan sobre las autopistas de la ciudad norteña con el logo de Tesla son un recordatorio de cómo García logró, brevemente, montarse en la ola de inercia generada por el anuncio de la inversión para lanzar una candidatura presidencial. Esto no duró mucho, ya que García no pudo negociar su reemplazo como gobernador con la oposición en el Congreso. Tampoco logró convencer a la Federación para enviar recursos para las obras prometidas a Tesla.

Desde el gran anuncio de la fábrica de Tesla, otras empresas han dicho que están invirtiendo en México, aunque sin hacer mucho ruido. En junio, la empresa argentina de acero Ternium anunció que invertiría 3.2 mil millones de dólares en el mismo estado. Otra compañía argentina, el gigante del comercio electrónico Mercado Libre, tiene una inversión de 2.45 mil millones de dólares en México para este año. Y en febrero, Amazon anunció una inversión de 5 mil millones de dólares, más grande que la de Tesla, a través de su subsidiaria de servicios en la nube AWS.

Lo que atrae a estas empresas a México son las tensiones económicas en curso entre Estados Unidos y China. Las empresas que desean continuar vendiendo al país norteamericano buscan salir del país asiático y reubicarse en países considerados «aliados» de EE. UU., y pocos países están mejor posicionados que México.